El ayuno es cuando permaneces cierto tiempo sin comer para que tu
cuerpo se encuentre sin componentes procesando que no son completamente
de el.
Antes de realizarte un exámen de sangre el médico
siempre recomienda estar en ayuno unas 12 horas. esto es necesario para
que el cuerpo se estabilice e indique unos resultados más acorde a como
se en realidad tienes el organismo. ¿Por que sucede esto? Pues algunos
parámetros alteran estos valores cuando consumimos alimentos y son
afectados como la glucosa, las transaminasas, la calcitonina,
colesterol, etc. Los únicos que se liberan del ayuno son los pequeños
lactantes,
De hecho hasta se recomienda que los más pequeños acudan con la toma [de leche materna] porque están más tranquilos.
Tambien es importante estar en ayuna es porque
cuando comemos en nuestra sangre se encuentran ciertas sustancias que
hacen que la sangre se encuentre más turbia, esto puede interferir en
los equipos que se encargan en analizar muestras "limpias".
Para
realizar exámenes de sangre lo más recomendable es realizarlos
temprano, ya que aparte del ayuno que tiene que ser realizado desde la
noche anterior, el cuerpo se encuentra en un estado en el cual aún se
encuentra en reposo y no ha sido alterado por el ajetreo diario. Se puede tomar agua normalmente durante Ayuna.
La primera orina de la mañana
Aunque la orina permite analizar menos parámetros que la sangre,
también es importante que se recoja la primera de la mañana y en ciertas
condiciones. Esa primera 'madrugadora' suele ser la más concentrada,
porque acumula todos los productos de desecho que han estado
produciendo los riñones durante toda la noche, explica el doctor Buño.
El ayuno no tiene ninguna influencia en los
resultados que se extraen de la orina.
Sin embargo, sí es recomendable descartar el primer chorro de orina y
recoger únicamente el tramo medio. ¿Por qué? Aunque el tracto urinario
es estéril, no es infrecuente que el tramo final tanto de hombres como
de mujeres tenga mayor concentración de bacterias, por eso el primer
chorro de orina ejerce una función de arrastre para eliminar esas
posibles bacterias.
